sábado, 23 de enero de 2016

MEDITACIÓN XXIV (24 DE ENERO)

MEDITACIÓN XXIV
(24 DE ENERO)

Sobre el ejemplo de la multitud




Punto 1°.- Fácilmente nos tranquilizamos con el ejemplo de la multitud. Es este un torrente que nos arrebata: creémonos autorizados a seguir el camino del mayor número; se teme parecer singular, se mira la conducta ordinaria de los hombres como un ejemplo que nos justifica, y olvidamos esta máxima tan verdadera y tan razonable: Que para conducirse bien no debe seguirse el camino más frecuentado, sino el más seguro: Non quá itur, se quá cundum est

Punto 2°.- Este ejemplo de la multitud que os tranquiliza debe más bien alarmaros; puesto que Jesucristo nos da la conducta de esta multitud como una señal infalible de reprobación; puesto que nos advierte, que el mayor número camina por la vía ancha y espaciosa que conduce al infierno: de donde se sigue, que es preciso tener una virtud singular y llevar una vida enteramente diferente de la del mundo para salvarse

AFECTOS Y SUPLICAS 

Dios mío, yo creo en vos, fortificad mi fe; espero en vos, asegurad mi esperanza; os amo, redoblad mi amor; me arrepiento de haber pecado, aumentad mi arrepentimiento.


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