MEDITACIÓN
XXI
(21 DE ENERO)
Sobre el camino estrecho.
Punto 1°.- Éste es el único que conduce al cielo: Arcta via est quae ducit ad vitam;
porque es el único en que el hombre está totalmente ocupado de sus deberes; en
que se aleja cuanto es posible de todo lo que no es mas que placer y
entretenimiento; en que trabaja sin cesar en mortificar sus sentidos y en
dominar sus pasiones. Se llama camino estrecho porque sujeta la naturaleza y el
amor propio, y esta uno continuamente atento a contener sus movimientos y a
reprimir la licencia desenfrenada de sus deseos. Este es el camino de la santidad
y de la justicia, este es el camino de los escogidos: nos alejamos de él por
los pecados graves, y volvemos a entrar por la penitencia. Aun el justo cae
algunas veces, mas vuelve a levantarse; sus caídas son raras, y siempre está
pronto y atento a repararlas.
Punto 2°.- Los que llevan la vida ordinaria del mundo
no andan por el camino estrecho: porque su vida no es más que una serie de
días sacrificados a la ambición, a la avaricia o a la sensualidad; y una vida
semejante es el camino de perdición, la concupiscencia triunfa en ella y la
religión está olvidada o desconocida ¡A
cuánta distancia, gran Dios, están los mundanos del camino estrecho!
¡Ah! Todos se pierden y se extravían en ése camino ancho y espacioso que
conduce al infierno ¿por cuál de estos dos caminos habéis andado hasta aquí?
AFECTOS Y
SUPLICAS
Haced que me prepare para la muerte, que tema vuestro juicio, que evite el infierno y que obtenga en fin la bienaventuranza por Jesucristo Nuestro Señor.
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