MEDITACIÓN
XII
(12 DE ENERO)
De dos
diferentes maneras que hay de llevar su cruz.
Punto 1°.- Se puede
llevar su cruz 1° sobre su cuerpo, ya
por las enfermedades y los dolores que la acompañan; estas cruces son
involuntarias que no dependen de nosotros y que estamos obligados a sufrir a
pesar nuestro; ya por la mortificación de los sentidos, por el alejamiento de
las delicias y de las comodidades de la vida, por el ayuno y otros ejercicios
de la penitencia; estas son cruces
voluntarias que podrán ser excesivas si traspasan los límites de la prudencia
cristiana. Es raro que los que viven en
el mundo puedan practicar habitualmente las mismas austeridades que los
solitarios; pues están obligados a evitar todo lo que pudiera quitarles las
fuerzas necesarias para cumplir con fidelidad todos los deberes de su estado;
mas en recompensa tiene otras penas y otras aflicciones que pueden suplir.
Punto2°.- Puede
llevarse también en su corazón, esta
segunda manera de llevar su cruz no tiene límites pues las fuerzas del corazón
son siempre más grandes y más extensas que las del cuerpo, son infinitas e
inagotables. El corazón abraza cuando
quiere por sus deseos, todo lo que el cuerpo no podría soportar; este sucumbe y
se abate fácilmente bajo el peso de sus males, mientras que el otro puede
siempre obrar y siempre desear. Sin salir de mi estado sin descuidar mis
ocupaciones y sin atraer sobre mí las miradas de los hombres, puedo desear los
tormentos de los mártires y las austeridades de los solitarios, puedo estar
dispuesto a sufrirlas esto es lo que se llama llevar la cruz de Jesucristo en
su corazón y en el interior de su alma; y ¿qué cosa habrá más capaz, oh Dios
mío, de santificarla y hacerla más agradable a vuestros ojos que esta unión
constante y habitual a todos los rigores de vuestra cruz?
AFECTOS Y
SUPLICAS
Señor yo
quiero lo que vos queréis, porque vos lo queréis, como vos lo queréis y por el
tiempo que vos lo queréis.
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