miércoles, 6 de enero de 2016

MEDITACIÓN VI (6 DE ENERO)

MEDITACIÓN VI
(6 DE ENERO) 

 Sobre los escrúpulos. 



Punto 1°.- Hay escrúpulos razonables que se deben tener. Tened escrúpulo de violar las leyes de Dios y de su Iglesia; de apoyar o autorizar el desprecio de la religión y de las verdades de la fe; de combatir por vuestros discursos o vuestras acciones, las máximas del Evangelio. Este escrúpulo es justo y legítimo, es razonable y bien fundado; escuchad entonces la voz de vuestra conciencia porque es la voz de Dios. 

Punto 2°.- Hay escrúpulos perniciosos que se deben evitar. Si el escrúpulo razonable es una virtud, el escrúpulo llevado a exceso llega a ser una falta muy considerable y perniciosa; se inquieta uno y se atormenta; se juzga a sí mismo con demasiado rigor, y se hace un crimen y un monstruo de todo. Pónese en el mismo lugar lo principal y lo accesorio, lo esencial y las bagatelas. Roguemos al Señor que nos ilustre sobre la regla y sobre la extensión de nuestros deberes; no le sirvamos como los judíos groseros y carnales, con un espíritu de espanto y de servidumbre, sino lleguémonos a Él con la misma confianza que tienen los hijos con su padre de quien son tiernamente amados. Que la paz y el gozo del Espíritu Santo estén siempre en nuestros corazones; pues todo lo que no nos trae sino turbación y desaliento viene del espíritu de las tinieblas

AFECTOS Y SUPLICAS

Yo os suplico Señor que ilustréis mi entendimiento, inflaméis mi voluntad, purifiquéis mi cuerpo y santifiquéis mi alma.


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