sábado, 4 de agosto de 2012

EL PROGRESISMO RELIGIOSO II b




4. Modernismo subterráneo.
Sin embargo, los modernistas, derrotados, se reagruparon en secreto y formaron una asociación clandestina para seguir propagando sus errores ocultamente, como denunció San Pío X en un Motu Propio el 9 de septiembre de 1910. 

5. Los integristas.
A partir de esta fecha, y como burla de los modernistas contra los fieles seguidores de las doctrinas de San Pío X, se comenzó a llamarles despectivamente integristas, mote con que los siguen señalando los progresistas actuales.
Durante el Pontificado de Pío X, los modernistas camuflados continuaron la propaganda solapada de sus doctrinas en el plano dogmático y también en el plano social y político. 

6. Invasión del campo político.
Para los que se espantan de las mansiones políticas de nuestros progresistas religiosos, y de nuestros Camilos Torres, les presentamos un botón de muestra de la actuación de sus padres de los años 20. El gran escritor Bernarnos, vaticina a H. Massis: "Maurras et notre temps, t. I, pág. 174:
"Comienza una nueva invasión modernista y ya se ven sus avanzadas. Cien años de concesiones y de equívocos han permitido que la anarquía penetre profundamente en el clero. La causa del orden ya no puede contar con un gran número de esos «primaires declassés». Creo que nuestros hijos verán el grueso de las tropas de la Iglesia del lado de las fuerzas de la muerte. Yo seré fusilado por sacerdotes bólcheviques que llevarán el «contrato social» en el bolsillo y la cruz sobre el pecho”... 

7. La nueva teología
Durante el Pontificado de Pío XII el modernismo dogmático intentó un asalto frontal para apoderarse de los centros de estudios teológicos, de los medios católicos de comunicación y de los centros de pastoral. En parte lograron un éxito sorpresivo. Los dominicos y jesuitas cayeron en gran parte en las redes del modernismo. Unos a otros, como había advertido San Pío X, inflando sus méritos y sus nombres, formaron la llamada Nueva Teología. Muchos jóvenes sucumbieron como lo había profetizado San Pío X ante las patrañas y ardides para, atrapar incautos. 

8. Pío XII condena las doctrinas modernistas en la Encíclica Humani Generis.
El 12 de agosto de 1950, Pío XII denunció y reprobó la Nueva Teología de los modernistas en una Encíclica colosal, la Humani Generis, contra, el evolucionismo, el existencialismo, el relativismo, el historicismo, el irenismo, etc.
Nuevos nombres acuñados por los modernistas para suprimir la terminología del Agnosticismo, Subjetivismo, Evolucionismo y poder hacer caer en sus redes a los incautos.
Para intentar impedir la propagación de los errores del modernismo y sus derivados, como la Nueva Teología, Pío XII se vio obligado a tomar algunas medidas disciplinarias contra algunos de los autores. 

9. Traspaso del término modernismo al de progresismo.
Fue hasta el año de 1963 cuando trascendió al gran público la resistencia mantenida en Francia, contra el magisterio de Pío XII por muchos de los teólogos modernistas de la Nueva Teología.
A la muerte de Pío XII el dique se desbordó inundando muchas porciones del campo de la Iglesia.
Durante el pontificado de Juan XXIII y la realización del Concilio Vaticano II, los modernistas cambiaron la denominación de modernistas a progresistas para evitar el quedar incluidos en las censuras y condenas contra ellos lanzados por San Pío X y Pío XII y dividir la Iglesia en dos bandos, que se llamaron progresistas y tradicionalistas.
Paulo VI, a partir de la conclusión del Vaticano II, ha sufrido* al igual que San Pío X y Pío XII, el embate más fiero de los progresistas que, sin máscara ya, pugnan por otra Iglesia. 

10. Profetas progresistas.
Teilhard no es el padre del progresismo. El progresismo es hijo del modernismo, condenado por San Pío X.
Sin embargo, los progresistas se apoyan en algunas ideas de Teilhard sobre el evolucionismo, en torno al cual construye su sistema, que lo conducirá al Cristo Omega, donde encontrará al Cristo de su religión.
En Teilhard se debe distinguir el autor, o el hombre, de su obra sus pensamientos. La vida, aun la más espiritual de un hombre; no es garantía suficiente de la verdad de su ideología.
Teilhard no ha sido condenado oficialmente por la Iglesia o puesto en el Índice. Los escritos de Teilhard han sido mencionados por la Iglesia con un aviso de peligro o Monitum, en cuya advertencia, sin tratar sobre la parte científica que pudiera haber en su obra, se subrayan los peligros sobre la fe de muchas de sus opiniones y teorías; o sea, en Teilhard hay cosas buenas y cosas malas.
Nada como las cartas para conocer, el alma, las intenciones y el sentido de las personas. Leamos algunos fragmentos de Teilhard de Chardin:
"Algunas veces me asusto un poco, cuando pienso en la transformación a la que he de someter mi mente con respecto a nociones vulgares de creación, inspiración, milagro, pecado original, resurrección ... para poder aceptadas" (Lettre, 49, 50, pág. 36, 1962).
"Como sabe usted, lo que domina mi interés y mis preocupaciones es el esfuerzo por establecer, en mí mismo, y por difundir en derredor, una nueva religión (podíamos llamarle un cristianismo mejor) en que Dios personal deje de ser el gran propietario neolítico de tiempos antiguos, a fin de que se convierta en el alma del mundo" (LetPres a Leontine Zanta, Desclée, 1965).
"He experimentado con mayor claridad y, convicción aún aquello que ha venido a ser mi gusto o mi fe fundamental. En impresiones bruscas, claras y vivas, advierto que mi fuerza y mi alegría nacen de que veo realizarse para mí, en cierta manera, la fusión de Dios y del mundo: éste que da la inmediación a lo divino. Aquél que espiritualiza lo tangible" (Lettre, págs. 161-162).
"Posiblemente, nunca, desde hace dos mil años, había tenido la tierra mayor necesidad de una fe nueva y había estado más desligada de las viejas formas para recibirla ..." (Lettre, pág. 262).
"Lo único claro es que quisiera, tan intensamente como sea posible, los últimos años que me quedan de vida para cristificar, como yo digo, la evolución... Eso y, después, ciertamente, acabar; es decir, morir en testimonio de éste Evangelio" (Lettre de voy age, pág. 351).
"Primero: el hombre está todavía en pleno crecimiento ideológico y, segundó, por consiguiente, la fe cristiana en Dios debe desarrollar una componente en k línea del progreso hu mano. En adelante, para mí todo se reduce a ello, y a hacerlo prevalecer" (Cartas, pág. 343).
Finalmente, este texto de Teilhard de Chardin en: Comment je crois, da mucha luz:
"SÍ a causa de cualquier convulsión interna viniera yo a perder sucesivamente mi fe en Cristo, mi fe en un Dios personal, mi fe en el Espíritu, me parece que seguiría creyendo en el mundo.
El mundo (el valor, la infalibilidad y la bondad del mundo) tal es en último análisis, la primera y última cosa en la que yo creo. Gracias a esta fe vivo yo, y a esta fe, lo siento, en el momento de morir, por encima de cualquier duda, me abandonaré... A la fe confusa en un mundo Uno e Infalible me abandono, doquiera que me conduzca".
A la luz de declaraciones como las anteriores, no es de extrañar que la Santa Sede lanzase el siguiente "Aviso de Peligro" o Momtum el 30 de junio de 1962, que dice: '
"Ciertas obras del P. Pedro Teilhard de Chardin, incluyendo algunas póstumas (aparecidas después de su muerte) son publicadas y encuentran una aceptación que no es desdeñable..
Independientemente del debido juicio en lo que atañe a las ciencias positivas, en materias de Filosofía y de Teología, se ve claramente que las obras antes mencionadas encierran tales ambigüedades y aun error« tan graves, que ofenden a la doctrina católica.
Consecuentemente los Excmos. y Rvdos. Padres de la Suprema Congregación del Santo Oficio exhortan a todos los ordinarios y superiores de institutos religiosos, a los rectores de Seminarios y directores de Universidades, a defender los espíritus, particularmente de los jóvenes, de los peligros de las obras del P. Teilhard de Chardin y sus discípulos".
Dado en Roma, en el palacio del Santo Oficio, el 30 de junio de 1962. —Sebastián Masóla, Notario.
Tampoco es de extrañar que la agudeza de la percepción marxista haya visto en la doctrina del evolucionismo de Teilhard el mejor medio de transvasar las ideas marxistas y materialistas hasta las venas del catolicismo. Los marxistas del mundo encero reivindican a Teilhard para sí y, en una Rusia donde no existe posibilidad de publicar nada, sea literario, doctrinal o científico, que no se apegue a la línea del pensamiento materialista marxista, han sido publicadas en Moscú las obras principales de Teilhard.
El diario Osservatore Romana, órgano oficioso de la Santa Sede, explicó los alcances del Momtum en un artículo del 30 de junio y 1 de julio de 1962, en que subraya las principales diferencias de las doctrinas de Chardin con la doctrina católica sobre la creación, relaciones entre Cosmos y Dios, Cristo, Encarnación, Redención Espiritual, materia y pecado.
El que desee mayor información al respecto, consulte la obra editada en México por Editorial H. T. Milenario, Roma y Teilhard de Chardm, por Felipe de la Trinidad.
Jacques Marítain hace notar que Teilhard se preocupa mucho de Cristo. ¿Pero de qué Cristo? ¿De qué Dios?, se pregunta y concluye:
"No del Jesús, del Dios-Hombre; del Redentor, del Revelado". Teilhard llama Cristo a una supuesta fuerza cósmica, donde envuelve su panteísmo en terminología tradicional.
El pensamiento de Teilhard es la muerte de la Historia de la Salvación, tal como está revelada en la Biblia. 

11. Síntesis de la doctrina progresista por Jacques Maritain
El escritor francés Jacques Maritain ha retratado a los progresistas, con toda crudeza, en una página inmortal de su última obra que lleva como título Le paysan de la Garonne.
"Ya no se cree en el diablo ni en los ángeles malos ni buenos. El contenido objetivo a que se apegaba la fe de nuestros mayores es un mito, como también son mitos el pecado original... El Evangelio de la infancia, la resurrección de los cuerpos y la creación, como el Cristo de la historia. La distinción entre naturaleza y gracia es una invención escolástica, como la transubstanciación. No hay que tomarse la pena de negar el infierno, pues, es más sencillo olvidarlo, y eso es probablemente lo mejor que podemos hacer con la Encarnación y con la Trinidad".
El modernismo desenfrenado de hoy en día... tiende en sí a arruinar la fe cristiana..., se esfuerza lo mejor que puede en vaciaría de su contenido.

12. Tácticas de penetración progresista
El progresismo ha perdido la fe católica de la Iglesia tradicional y verdadera. Busca otra Iglesia, pero como afirma San Pío X, "jamás exponen sus doctrinas de un modo metódico y en conjunto, sino dándolas, en cierto modo, por fragmentos y esparcidas acá y allá, lo cual contribuye a que se les juzgue fluctuantes e indecisos en sus ideas, cuando en realidad éstas son perfectamente fijas y consistentes".
Siguiendo otra táctica, denunciada por San. Pío X, los progresistas no abandonan externamente la Iglesia, sino que todo su afán y su actividad trepidantes es apoderarse de la misma, comenzando por la jerarquía, el clero y los movimientos de apostolado

* Debemos precisar que el autor, el P Manuel Molina escribe esto en 1971.

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