4. Modernismo subterráneo.
Sin embargo, los
modernistas, derrotados, se reagruparon en secreto y formaron una asociación clandestina
para seguir propagando sus errores ocultamente, como denunció San Pío X en un
Motu Propio el 9 de septiembre de 1910.
5. Los integristas.
A partir de esta
fecha, y como burla de los modernistas contra los fieles seguidores de las
doctrinas de San Pío X, se comenzó a llamarles despectivamente integristas, mote con que los siguen
señalando los progresistas actuales.
Durante el
Pontificado de Pío X, los modernistas camuflados continuaron la propaganda
solapada de sus doctrinas en el plano dogmático y también en el plano social y
político.
6. Invasión del campo político.
Para los que se
espantan de las mansiones políticas de nuestros progresistas religiosos, y de
nuestros Camilos Torres, les presentamos un botón de muestra de la actuación de
sus padres de los años 20. El gran escritor Bernarnos, vaticina a H. Massis:
"Maurras et notre temps, t. I, pág. 174:
"Comienza una
nueva invasión modernista y ya se ven sus avanzadas. Cien años de concesiones y
de equívocos han permitido que la anarquía penetre profundamente en el clero. La
causa del orden ya no puede contar con un gran número de esos «primaires
declassés». Creo que nuestros hijos verán el grueso de las tropas de la Iglesia
del lado de las fuerzas de la muerte. Yo seré fusilado por sacerdotes
bólcheviques que llevarán el «contrato social» en el bolsillo y la cruz sobre
el pecho”...
7. La nueva teología
Durante el
Pontificado de Pío XII el modernismo dogmático intentó un asalto frontal para
apoderarse de los centros de estudios teológicos, de los medios católicos de
comunicación y de los centros de pastoral. En parte lograron un éxito sorpresivo.
Los dominicos y jesuitas cayeron en gran parte en las redes del modernismo.
Unos a otros, como había advertido San Pío X, inflando sus méritos y sus nombres,
formaron la llamada Nueva Teología. Muchos jóvenes sucumbieron como lo había
profetizado San Pío X ante las patrañas y ardides para, atrapar incautos.
8. Pío XII condena las doctrinas
modernistas en la Encíclica Humani Generis.
El 12 de agosto de
1950, Pío XII denunció y reprobó la Nueva Teología de los modernistas en una
Encíclica colosal, la Humani Generis,
contra, el evolucionismo, el existencialismo, el relativismo, el historicismo,
el irenismo, etc.
Nuevos nombres
acuñados por los modernistas para suprimir la terminología del Agnosticismo,
Subjetivismo, Evolucionismo y poder hacer caer en sus redes a los incautos.
Para intentar impedir
la propagación de los errores del modernismo y sus derivados, como la Nueva Teología,
Pío XII se vio obligado a tomar algunas medidas disciplinarias contra algunos
de los autores.
9. Traspaso del término modernismo
al de progresismo.
Fue hasta el año de
1963 cuando trascendió al gran público la resistencia mantenida en Francia, contra
el magisterio de Pío XII por muchos de los teólogos modernistas de la Nueva
Teología.
A la muerte de Pío
XII el dique se desbordó inundando muchas porciones del campo de la Iglesia.
Durante
el pontificado de Juan XXIII y la realización del Concilio Vaticano II, los
modernistas cambiaron la denominación de modernistas a progresistas para evitar
el quedar incluidos en las censuras y condenas contra ellos lanzados por San
Pío X y Pío XII y dividir la Iglesia en dos bandos, que se llamaron
progresistas y tradicionalistas.
Paulo VI, a partir de
la conclusión del Vaticano II, ha sufrido* al igual que San Pío X y Pío XII, el
embate más fiero de los progresistas que, sin máscara ya, pugnan por otra
Iglesia.
10. Profetas progresistas.
Teilhard
no es el padre del progresismo. El progresismo es
hijo del modernismo, condenado por San Pío X.
Sin embargo, los progresistas se apoyan en algunas ideas
de Teilhard sobre el evolucionismo, en torno al cual construye su sistema, que
lo conducirá al Cristo Omega, donde encontrará al Cristo de su religión.
En Teilhard se debe
distinguir el autor, o el hombre, de su obra sus pensamientos. La vida, aun la más espiritual de un
hombre; no es garantía suficiente de la verdad de su ideología.
Teilhard no ha sido
condenado oficialmente por la Iglesia o puesto en el Índice. Los escritos de
Teilhard han sido mencionados por la Iglesia con un aviso de peligro o Monitum, en cuya advertencia, sin tratar
sobre la parte científica que pudiera haber en su obra, se subrayan los
peligros sobre la fe de muchas de sus opiniones y teorías; o sea, en Teilhard
hay cosas buenas y cosas malas.
Nada como las cartas
para conocer, el alma, las intenciones y el sentido de las personas. Leamos algunos
fragmentos de Teilhard de Chardin:
"Algunas veces
me asusto un poco, cuando pienso en la transformación a la que he de someter mi
mente con respecto a nociones vulgares de creación, inspiración, milagro,
pecado original, resurrección ... para poder aceptadas" (Lettre, 49, 50,
pág. 36, 1962).
"Como sabe
usted, lo que domina mi interés y mis preocupaciones es el esfuerzo por
establecer, en mí mismo, y por difundir en derredor, una nueva religión
(podíamos llamarle un cristianismo mejor) en que Dios personal deje de ser el gran
propietario neolítico de tiempos antiguos, a fin de que se convierta en el alma
del mundo" (LetPres a Leontine Zanta, Desclée, 1965).
"He
experimentado con mayor claridad y, convicción aún aquello que ha venido a ser
mi gusto o mi fe fundamental. En impresiones bruscas, claras y vivas, advierto
que mi fuerza y mi alegría nacen de que veo realizarse para mí, en cierta
manera, la fusión de Dios y del mundo: éste que da la inmediación a lo divino.
Aquél que espiritualiza lo tangible" (Lettre, págs. 161-162).
"Posiblemente,
nunca, desde hace dos mil años, había tenido la tierra mayor necesidad de una
fe nueva y había estado más desligada de las viejas formas para recibirla ..."
(Lettre, pág. 262).
"Lo único claro
es que quisiera, tan intensamente como sea posible, los últimos años que me quedan
de vida para cristificar, como yo digo, la evolución... Eso y, después,
ciertamente, acabar; es decir, morir en testimonio de éste Evangelio" (Lettre
de voy age, pág. 351).
"Primero: el
hombre está todavía en pleno crecimiento ideológico y, segundó, por consiguiente,
la fe cristiana en Dios debe desarrollar una componente en k línea del progreso
hu mano. En adelante, para mí todo se reduce a ello, y a hacerlo prevalecer"
(Cartas, pág. 343).
Finalmente, este
texto de Teilhard de Chardin en: Comment je crois, da mucha luz:
"SÍ a causa de
cualquier convulsión interna viniera yo a perder sucesivamente mi fe en Cristo,
mi fe en un Dios personal, mi fe en el Espíritu, me parece que seguiría
creyendo en el mundo.
El mundo (el valor,
la infalibilidad y la bondad del mundo) tal es en último análisis, la primera y
última cosa en la que yo creo. Gracias a esta fe vivo yo, y a esta fe, lo
siento, en el momento de morir, por encima de cualquier duda, me abandonaré...
A la fe confusa en un mundo Uno e Infalible me abandono, doquiera que me
conduzca".
A la luz de
declaraciones como las anteriores, no es de extrañar que la Santa Sede lanzase
el siguiente "Aviso de Peligro" o Momtum el 30 de junio de 1962, que
dice: '
"Ciertas obras
del P. Pedro Teilhard de Chardin, incluyendo algunas póstumas (aparecidas
después de su muerte) son publicadas y encuentran una aceptación que no es
desdeñable..
Independientemente
del debido juicio en lo que atañe a las ciencias positivas, en materias de
Filosofía y de Teología, se ve claramente que las obras antes mencionadas
encierran tales ambigüedades y aun error« tan graves, que ofenden a la doctrina
católica.
Consecuentemente los
Excmos. y Rvdos. Padres de la Suprema Congregación del Santo Oficio exhortan a
todos los ordinarios y superiores de institutos religiosos, a los rectores de
Seminarios y directores de Universidades, a defender los espíritus,
particularmente de los jóvenes, de los peligros de las obras del P. Teilhard de
Chardin y sus discípulos".
Dado en Roma, en el
palacio del Santo Oficio, el 30 de junio de 1962. —Sebastián Masóla, Notario.
Tampoco es de
extrañar que la agudeza de la percepción marxista haya visto en la doctrina del
evolucionismo de Teilhard el mejor medio de transvasar las ideas marxistas y
materialistas hasta las venas del catolicismo. Los marxistas del mundo encero
reivindican a Teilhard para sí y, en una Rusia donde no existe posibilidad de publicar
nada, sea literario, doctrinal o científico, que no se apegue a la línea del
pensamiento materialista marxista, han sido publicadas en Moscú las obras
principales de Teilhard.
El diario Osservatore
Romana, órgano oficioso de la Santa Sede, explicó los alcances del Momtum en un
artículo del 30 de junio y 1 de julio de 1962, en que subraya las principales
diferencias de las doctrinas de Chardin con la doctrina católica sobre la
creación, relaciones entre Cosmos y Dios, Cristo, Encarnación, Redención Espiritual,
materia y pecado.
El que desee mayor
información al respecto, consulte la obra editada en México por Editorial H. T.
Milenario, Roma y Teilhard de Chardm, por Felipe de la Trinidad.
Jacques Marítain hace
notar que Teilhard se preocupa mucho de Cristo. ¿Pero de qué Cristo? ¿De qué
Dios?, se pregunta y concluye:
"No del Jesús,
del Dios-Hombre; del Redentor, del Revelado". Teilhard llama Cristo a una
supuesta fuerza cósmica, donde envuelve su panteísmo en terminología
tradicional.
El pensamiento de Teilhard
es la muerte de la Historia de la Salvación, tal como está revelada en la
Biblia.
11. Síntesis de la doctrina progresista
por Jacques Maritain
El escritor francés
Jacques Maritain ha retratado a los progresistas, con toda crudeza, en una página
inmortal de su última obra que lleva como título Le paysan de la Garonne.
"Ya no se cree
en el diablo ni en los ángeles malos ni buenos. El contenido objetivo a que se
apegaba la fe de nuestros mayores es un mito, como también son mitos el pecado original...
El Evangelio de la infancia, la resurrección de los cuerpos y la creación, como
el Cristo de la historia. La distinción entre naturaleza y gracia es una
invención escolástica, como la transubstanciación. No hay que tomarse la pena
de negar el infierno, pues, es más sencillo olvidarlo, y eso es probablemente
lo mejor que podemos hacer con la Encarnación y con la Trinidad".
El
modernismo desenfrenado de hoy en día... tiende en sí a arruinar la fe
cristiana..., se esfuerza lo mejor que puede en vaciaría de su contenido.
12. Tácticas de penetración
progresista.
El
progresismo ha perdido la fe católica de la Iglesia tradicional y verdadera.
Busca otra Iglesia, pero como afirma San Pío X, "jamás exponen sus
doctrinas de un modo metódico y en conjunto, sino dándolas, en cierto modo, por
fragmentos y esparcidas acá y allá, lo cual contribuye a que se les juzgue fluctuantes
e indecisos en sus ideas, cuando en realidad éstas son perfectamente fijas y
consistentes".
Siguiendo otra
táctica, denunciada por San. Pío X, los
progresistas no abandonan externamente la Iglesia, sino que todo su afán y su
actividad trepidantes es apoderarse de la misma, comenzando por la jerarquía,
el clero y los movimientos de apostolado.
* Debemos precisar que el autor, el P Manuel Molina escribe esto en 1971.
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